Ante las quejas de los nacionalistas, que pretenden el regreso del rojo, Kawabuchi argumentó: «El azul es el mejor color para que nuestra bandera nacional se distinga con nitidez sobre la camiseta». 1′ El primer minuto de juego nos permite colocar las piezas sobre el tablero. Son las selecciones cuyas camisetas no respetan los colores de la bandera del país. Su bandera responde a las oscuras tonalidades del escudo de armas de la Commonwealth, pero los colores oficiales del país son, desde 1984, el verde y el oro, también adoptados para su vestimenta deportiva. Fue en Dublín, en 1951, cuando el mundo todavía miraba de reojo a un país con mala reputación. El equipo dirigido por Diego Pablo Simeone vence por la mínima (1-0) al vigente campeón de Europa (Champions League 2018/19) y del Mundo (Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2019) gracias a un tempranero gol de Saúl Ñíguez en el primer acto, cazando un balón muerto en el área pequeña tras un saque de esquina.
Campeón del Mundo con la selección francesa en Francia 98 y de la Euro del 2000. Jugó en el Milán, con quien ganó dos veces la Serie A, y en el Chelsea. En Argentina 1978 Francia enfrentó a Hungría vestida de verde y blanco. La explicación es sencilla: blanco, negro y rojo eran los colores de Prusia, vigentes como estandarte nacional entre 1867 y 1918 y entre 1933 y 1945. Cuando la Federación Alemania de Fútbol fue fundada, en 1900, el blanco y el negro eran una elección natural. Durante la última Copa África, utilizó incluso un kit negro y azul, equipacion liverpool matices que despertaron tanta polémica que difícilmente vuelvan a ser usados. Nueva Zelanda también deja a un costado los matices de la Commonwealth y se cubre de blanco y negro. Imagen de la nueva camiseta alemana, roja y negra. Otras selecciones que han adoptado tonalidades extranjeras son Turks y Caicos, Sri Lanka y Fiyi, que juegan de blanco; Islas Cook y Yemen, que se visten de verde; Chipre, que se envuelve de azul; y Nueva Caledonia, cuya camiseta es gris.
Italia, Japón, la misma Alemania, Australia y otros equipos juegan con vestimentas «extranjeras» o de tonalidades intrusas, extrañas. En cambio, la camiseta roja sangre estrenada en 2005 está mucho más vinculada a las tonalidades patrias. Si fuera por la camiseta de su equipo nacional, la bandera de Italia debería flamear azul, en vez de la verde, blanca y roja instalada en la península desde 1797. Pero la «nazionale» se viste de azzurro, el color emblemático de los Savoia, la familia real italiana entre 1861 y 1946. Hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, es decir, antes de la proclamación de la República, la bandera tricolor tenía incorporada en su centro el escudo de armas de los Savoia, que era azul. El estandarte de Ghana es rojo, amarillo y verde, pero su selección juega de blanco. México usó camisetas granates en los Mundiales de 1930 a 1966. Pero desde 1970 adoptó sus colores nacionales, verde, blanco y rojo. Estas camisetas de edición limitada se pueden comprar a través de la página web de la Barça Official Store. No hace muchos años Togo, aprovechando la similitud de colores, jugó con las camisetas que Brasil había usado en el Mundial 98. Más cuestiones de la pobreza africana: Lesotho llegó a vestirse con la indumentaria oficial de Inglaterra, aunque con su escudo nacional pegado por encima del inglés y con un improvisado dibujo de su bandera en el centro de la camiseta.
El único equipo mexicano que destaca en venta de camisetas en Estados Unidos son las Chivas del Guadalajara. Y a partir de 2006 los números dorsales son dorados, en recuerdo a la orfebrería azteca. Algunas de las selecciones que no se clasificaron a Alemania 2006 también suelen rebelarse ante los colores patrios. MADRID.- Como sucede en todos los Mundiales, Alemania 2006 multiplicará los índices de patriotismo. Pese a su bandera negra, roja y amarilla, Alemania siempre se ha vestido de blanco, con pequeños matices negros. Irlanda del Norte, en vez de jugar de rojo o blanco, lo hace de verde. Benítez habló demasiado del arquitecto Pirlo, pero el Milan dispone de muchos elementos de cuidado por orden de la billetera de Berlusconi y de la sabia elección de sus técnicos. El italiano ha conquistado el título en tres de sus anteriores cuatro finales de Champions League, fallando tan solo frente al Liverpool en la 2004/05 con el AC Milan (perdiendo 2-3 en los penaltis). Al Milan ya no le cabía más miedo en el cuerpo, temblaba, no sabía si atacar o pellizcarse para ver si aquello era verdad, que le estaba sucediendo a un conjunto italino o al italiano menos italiano.